4 de febrero de 2011

Recuperando nuestra memoria histórica: El chorro de Valdesuero

Para que la historia no se repita, conviene recordarla ...

Como dice José Mª Rojas en "Semilla de libertad", "Por esas víctimas, por sus familiares, por las generaciones futuras, es necesario que la verdad se conozca, con un único objetivo: no hay que caer en el mismo error."

Ese es también nuestro propósito, recordar parte de nuestra historia, esa historia que se nos contó en voz baja, por miedo ... para que todos la conozcan.  Cuando leimos en el libro "Semilla de libertad", que algunos de los muertos podrían estar enterrados en el "chorro de Valdesuero",  aunque conocíamos parte de la historia, parece que se rompió, se manchó,  la imagen bucólica de nuestro "valle".  Si con esta publicación facilitamos la localización de los enterrados en Valdesuero, sus familiares podrán darles un entierro digno en un cementerio legal y sentir "tranquilidad", como decía Ampelio Antón, de Lerma, cuando le entregaron los restos recuperados de su padre en el monte de La Andaya. A sus 78 años recordaba: "Tenía 4 años, cuando mataron a mi padre. Fue tan impactante, que me acuerdo como si fuera hoy. Los gritos de mi madre, el dolor, ... De buenas a primeras inundaron de tristeza nuestra casa." 

El ritual comenzaba con la elaboración de las listas de las posibles víctimas, que en muchos casos sirvieron para zanjar viejas envidias, donde se suceden discusiones, ya que en ellas figuraban parientes de los que las estaban elaborando, hasta llegar a un acuerdo. Se entregaban a los falangistas de otros pueblos, que acudían a recogerles con el pretexto de ir a declarar y les montaban en furgonetas, que partían con su carga al matadero dispuesto, generalmente fuera del término municipal de las víctimas. Una vez cometido el asesinato, se avisaba al primer vecino del pueblo para que fueran varias personas a enterrarlas, si es que no habían preparado ya las zanjas previamente.

Del libro Semilla de libertad:



Adrada de Haza
ISAAC BAJO LAZARO
Nacido el 3-6-1892, hijo de Eusebio Bajo y Eduviges, casado con Hilaria Bartolomesanz Curiel, fue asesinado en el término de Fuentemolinos el 4 de agosto de 1.936, según consta en el acta de defunción. Dejó tres hijos: Abilio, 13 años (impedido), Eusebio, de 5, y Avelino, de 1.

Hontangas
HONORATO BAJO PASCUAL
Nacido el 28-10-1894, casado con Teresa Sanz Sanz, nacida el 15-10-1988. Vivía en la calle Carradrada, 42. Era cuñado de Justo. Fue asesinado el 14-8-36 en el chorro de Valdesuero. En el censo de 1937 aparece dado de baja por cambio de situación. En julio del año 1943 sus hermanos solicitan ser declarados herederos del difunto, junto con su esposa.

Haza
LUCIO RODRIGUEZ DEL RIO:
Nacido el 16-7-1886 en Fuentemolinos. Alcalde de la localidad de Haza. Padre de 7 hijos. Cuando irrumpieron en su casa, el día 24 de agosto, al hijo mayor, de 21 años, lo dejaron libre porque tenía que ir al ejército y pensaban que allí le matarían. A otro de los hijos, de 18 años, lo mataron. A Lucio le rompieron una pierna de una paliza. Los dos miembros de la familia están enterrados en Berlangas..

JULIAN RODRÍGUEZ SAN MARTIN:
Nacido el 16-3-1918, hijo de Lucio y Catalina.

En el año 2004, se exhumaron 4 cuerpos en la fosa de Berlangas de Roa, en la llamada Chopera del tio Invento. Pertenecían a Lucio, Julián, Gregorio y Félix.




En la fotografía, que formaba parte de la exposición: Pilar Rodríguez San Martín hija de Lucio y hermana de Julián, durante la exhumación de los cuerpos de su padre y hermano en Berlangas de Roa.

LORENZO TIJERO AGUADO
Nacido el 5-9-1885, en Boada de Roa, hijo de Pedro y Prudencia.  Fue a ver qué pasaba con su hijo, le dieron el alto y, como era sordo, no lo oyó y por ello no pudo detenerse. Lo asesinaron...

Fuentecén
Según nos han contado, de Fuentecén procedían los verdugos de los asesinados en Fuentemolinos. En el libro se escribe lo siguiente: "En este pueblo se encontraba uno de los grupos de asesinos más sanguinarios de la comarca, con la complicidad del cura, pariente de los jefes de la Falange local. Según confesó la hija de una de las víctimas, a su padre le rompieron una pierna antes de asesinarle, pero su verdugo ha tenido su castigo porque a él le han tenido que cortar las dos."

 Como se dice en Semilla de libertad: "por respeto a los descendientes de los verdugos, no nombaré a éstos... ya que los hijos no tienen por qué pagar las culpas de los padres ..."

Ha resultado emocionante, conmovedor y a veces doloroso, leer y escribir estas líneas, pero son parte de nuestra historia y no la podemos olvidar para que no suceda nunca más. Nos gustaría, si alguien tiene el recuerdo de dónde se encuentra la fosa de Valdesuero, poder abrirla, sacar de ella los restos y entregárselos a sus familiares, si fuera ese su deseo. Así reescribiremos la historia, y limpiaremos el chorro de Valdesuero, será por fín,  nuestro Valle de Valdesuero.