10 de noviembre de 2014

La Sequera de Haza: El encanto de las pequeñas cosas












HISTORIA
Algunos vestigios hallados en el Páramo de Corcos permiten aventurar que hubo asentamientos ya en la prehistoria. Sin embargo, la trayectoria de La Sequera de Haza ha estado siempre vinculada a la Villa y Tierra de Haza. En su término municipal pueden encontrarse también restos visigóticos, como la ermita de San Nicolás y sus enterramientos antropomórficos. Dedicada a las labores agrícolas, el éxodo rural ha dejado su censo compuesto por apenas 37  personas.


La Sequera de Haza:  El encanto de las pequeñas cosas

DB / La Sequera de Haza - sábado, 18 de octubre de 2014
Una iglesia románica, las ruinas de una ermita visigótica y un rico patrimonio etnográfico justifican una visita a este municipio


Pugna con la cercana localidad de Haza por el título de municipio más pequeño de la Ribera del Duero burgalesa. Sus escasos 40 vecinos, sin embargo, no impiden que sea un lugar digno de visitar, que concentra en un su pequeño tamaño las características esenciales de la zona. «Su encanto está, precisamente, en que pese a lo pequeño que es, mantiene la estructura urbana de hace siglos, no ha habido grandes construcciones ni aumentos del casco con poco criterio. 

Roberto Arroyo Serrano. Alcalde

Abogado de profesión, está a punto de culminar su tercer mandato
al frente del Ayuntamiento de La Sequera de Haza. 
Prefiere no pronunciarse si optará a una cuarta elección.

Mantiene la estructura medieval del municipio», señala orgulloso su alcalde, Roberto Arroyo, puntualizando además que su topónimo no hace honor al lugar, ya que es una zona rica en agua que permite gozar de mucha vegetación y ricos cultivos.
De su patrimonio destaca la iglesia de la Asunción, del siglo XII, que mantiene su estructura románica «porque en los pueblos pequeños no había dinero como para tirarlas y levantar en su lugar una gótica», indica el primer edil. En su interior conserva las columnas propias del estilo que sustentan un arco de medio punto y unos capiteles con motivos vegetales que dan acceso al altar mayor. En su exterior, en algunas de las fachadas, también se pueden apreciar los típicos canecillos que atestiguan su origen románico.
Pero al margen de su templo parroquial, si hay algo de lo que se sienten orgullosos los vecinos de La Sequera es de las ruinas de la ermita de San Nicolás, datada entre los siglos VI y VII. En torno a ella se ha documentado un yacimiento arqueológico e, incluso, se ha hallado una necrópolis con tumbas antropomórficas talladas en la misma piedra así como varios silos también excavados en la roca. «Esto nos gustaría rehabiilitarlo, darle algún valor. Por lo menos consolidar las ruinas de la ermita, vallar el recinto e instalar algún panel explicativo», subraya Arroyo.
Enclavada en plena Ribera del Duero, no extraña su rico patrimonio vinculado a la elaboración y conservación del vino. Sus bodegas subterráneas, están catalogadas más de 70, se reparten en cuatro zonas: La Pradera, La Fuente, El Calvario y El Remendero. La Sequera puede presumir de haber sido pionera en la elaboración de un estudio integral de sus galerías subterráneas, «con sus planimetrías, investigando la propiedad...», se enorgullece el primer edil, recordando que fueron los mismos investigadores de las universidades Rey Juan Carlos y Politécnica de Madrid que después realizaron el trabajo en Aranda, los encargados de llevarlo a cabo. Además, posee una de las mejores colecciones de lagares de la zona. Paradójicamente, ninguna elaboradora adscrita al marchamo de calidad ribereño ha elegido su término municipal para enclavarse.
Pero como no todo es arquitectura, La Sequera lleva a gala también qus sus tierras forman parte del Páramo de Corcos, único enclave burgalés donde aún pueden contemplarse ejemplares de la Alondra Ricotí o Dupont, un ave en peligro de extinción que los expertos sitúan al mismo nivel del lince ibérico o el oso pardo.
A pesar de su reducido tamaño, proyectos no faltan en este Ayuntamiento ribereño. En los últimos tiempos se ha rehabilitado la pista polideportiva y se ha recuperado el antiguo lavadero, que se ha convertido en lugar de residencia y cría de diversas especies de anfibios. En torno a esta construcción, además, se ha habilitado una zona de juegos infantiles y un área de esparcimiento a la que se puede ir a merendar.
En la cartera, además, guardan otras actuaciones necesarias, como la realización de la concentración parcelaria, de la que se está realizando el estudio técnico previo pero no acaba de arrancar, y proceder a la renovación de redes de aguas y saneamiento.