20 de febrero de 2015

Manifestación en Fuentemolinos



















La manifestación tendrá lugar mañana sábado y su principal objetivo es frenar la parálisis que están provocando las tensiones entre la actual corporación y el secretario del Ayuntamiento
 
 Imagen de archivo de la tensa sesión plenaria celebrada el 8 de julio en la que Sergio Martínez (izq.) asumió la Alcaldía. DB
‘Por la normalización de la vida municipal’ es el lema de la manifestación que los vecinos de la localidad ribereña de Fuentemolinos han convocado mañana sábado para frenar la deriva que se vive en el Ayuntamiento desde hace siete meses por las tensiones entre los actuales miembros de la corporación y el secretario municipal.
La concentración, programada para las 13:00 horas frente a la Casa Consistorial, fue acordada en una asamblea vecinal y el objetivo, según explica José Ignacio Niño, uno de los portavoces , es instar a  las administraciones de rango superior, tanto Diputación como Junta de Castilla y León y Administración central, a que tomen cartas en el asunto e intervengan para que la localidad recupere la normalidad.
El problema es fruto de la mala relación entre el secretario y los actuales miembros de la corporación municipal. Un conflicto que arrancó en agosto de 2013 cuando tres de los cuatro corporativos, todos ellos de la lista única del PP, denunciaron irregularidades en las cuentas municipales por parte del entonces alcalde, César de la Fuente, en connivencia con el secretario. Entre ellas cheques y facturas abonados sin constar el concepto,  presuntas gratificaciones tramitadas por  trabajos extra o una deuda por importe de 9.000 euros que el primer edil mantenía con las arcas municipales en concepto de renta de unas tierras comunales que trabajaba sin que el secretario accediera a reclamar oficialmente el pago aduciendo que era competencia del tesorero.
César de la Fuente  presentó su renuncia en julio del año pasado, relevándole Sergio Martínez, y desde entonces aseguran que la situación es insostenible. Al margen de los problemas de convivencia, evidencian que el secretario tomó partido por el anterior alcalde y que como represalia «ha judicializado» todos los asuntos municipales  o recurre con frecuencia a la denuncia, lo que ha desembocado por ejemplo en que por cuestiones administrativas los vecinos se hayan quedado sin bar, que se haya tenido que prescindir de la alguacil  o que no se esté llevando a cabo la recaudación municipal aduciendo que no es de su competencia.
Niño explica que el objetivo de la protesta «no es ir en contra de nadie», sino que las autoridades intervengan para atajar este conflicto. «Solo queremos que las autoridades cumplan con su tarea de vigilar y que exijan que el Ayuntamiento cumpla las funciones que tiene que cumplir y en caso contrario sancionar. Pero nos estamos quedando sin los pocos recursos que tenía el pueblo y hay tareas y funciones administrativas y de recaudación que no se están realizando  por falta de personal, desinterés o por un problema de competencias que alguien tendrá que dilucidar», justifica.