2 de abril de 2015

Aranda de Duero: Procesión Martes Santo

Cuatro metros y medio de largo por 2,40 de ancho son las medidas del trono sobre el que procesiona el nuevo conjunto escultórico que salió ayer a las calles de Aranda por primera vez en su Semana Santa. Un proyecto largamente acariciado por los integrantes de la Cofradía de Jesús Camino del Calvario que ya han podido contemplar arandinos y visitantes después de que ayer, tras su bendición en el atrio de la iglesia parroquial de Santa Catalina, recorriera las calles de la capital ribereña para participar en la Procesión del Encuentro.
El paso es una representación de la Última Cena formada por 13 imágenes de talla completa y tamaño natural, con 170 centímetros de altura cada una, realizadas en madera de cedro maciza, de estilo barroco y policromadas. Los doce apóstoles y Jesucristo están en torno a una mesa que va adornada con paños, candelabros y viandas, como debió de ser esta reunión de Cristo con sus más cercanos seguidores en la celebración de su cena pascual.
Pero más allá del tamaño del trono y de las figuras que procesionan sobre él, llama la atención la vida que transmiten las expresiones de cada uno de los personajes. El artista murciano Domingo García Espejo, de cuyo taller ha salido esta obra de gran factura, ha dotado a cada pieza de una expresión diferente, a tenor de su personalidad o del papel de cada discípulo en esos momentos claves del relato de la Pasión. Por ejemplo, el identificable Judas aparece con una bolsa de monedas en su mano, semiescondida, dando la espalda a Jesús, que está partiendo el pan, Pedro dialogando con él Maestro, mientras Tomás le mira admirado y Andrés medita lo que está pasando.
La envergadura del trono y su paso llevó a los responsables de la cofradía a pensar soluciones para poder meterlo en la iglesia parroquial. «En principio, íbamos a dividirlo en dos de manera longitudinal, esa era la idea, pero el párroco al verlo le ha gustado tanto que nos ha dicho que no lo hagamos, que se podía tirar un muro que separa las puertas de entrada, que es de adorno, y meterlo así entero», comentaba Enrique González, uno de los responsables de la Cofradía de Jesús Camino del Calvario.
Entre los que se acercaron a ver el nuevo conjunto escultórico antes de su bendición y salida procesional, igual que entre el público que siguió su recorrido por las calles arandinas, había opiniones para todos los gustos, las menos entusiastas motivadas por el estilo de las esculturas. Hay que recordar que la mayoría de los pasos modernos arandinos proceden de los talleres de Olot, por lo que el gusto murciano es menos habitual a los ojos castellanos. Lo que nadie podía negar era la majestuosidad que emanaba el trono al recorrer al ritmo procesional las céntricas calles arandinas.